Mucho se ha hablado sobre las almas gemelas. 
Todos queremos enamorarnos locamente y encontrar esa “alma gemela” con la que seremos felices el resto de nuestras vidas, esa alma gemela que se supone hemos tenido en otras vidas y que con ella hemos pasado alguna vida en compañía, viviendo una vidas con una felicidad absoluta .
Todo lo relacionado con el alma gemela nos remite a un amor puro y sagrado, a un sutil sentimiento que vive dentro de cada persona. Es hablar de un alma complementaria que nos pertenece por siempre en el universo y que nos acompaña a través de las vidas en nuestro camino de evolución.
Hay una teoría basada en los encuentros kármicos, que dice, que dos almas gemelas, son aquellas que ya se amaron en una vida pasada y al reencontrarse, vuelve a surgir la atracción inmediata, el amor pasional con tal fuerza, que nada ni nadie lo puede romper. Además, como ya se conocen muy bien de esa otra vida, tienen todo el conocimiento y sentimiento en su subconsciente. Por ello se reconocen, se atraen, se entienden y se intuyen al instante.
Es necesario que al menos tengamos la conciencia de que en algún lugar del planeta o del universo existe ese ser que nos hará vibrar, que nos está esperando, nos está amando como somos y, que al igual que nosotros, anhela nuestra presencia.
Cuando estamos con nuestra pareja o incluso no estando con ella, puede ser que nos cruzamos con alguien y en ese momento surge entre nosotros un “déjàvue”, esa sensación de haber vivido ese encuentro antes o de conocer ya a esa persona de antes y una nueva oportunidad, para vivir esa relación, entonces se establece una complicidad, un apoyo mutuo y un amor totalmente desinteresado. Forman el tándem perfecto. Están uno al servicio del otro.
Cuando dos almas gemelas han sido separadas por la muerte y vuelven a encontrarse, es tal la atracción, el amor, la alegría que se sienten que es como tener la sensación de reencontrar la felicidad total. La sola idea de separarse les parece inconcebible y no se separarán hasta la muerte.
Cuando dos almas se encuentran en la misma onda vibratoria, sintonizan, se atraen, comunican con una enorme facilidad y sin saber porque, se fijan y están a gusto con la otra persona. El caso, es que ya no les interesa estar con alguien, que quizás sea más guapo, divertido e inteligente, porque con esa otra persona con la que han conectado indiscutiblemente están más a gusto. Se encuentran como en casa. 
Cómo reconocer a tu alma gemela
El encuentro con este hermoso ser que es parte nuestra, y nosotros parte de él, es increíble, pero para propiciarlo es necesario tener un estado de sensibilidad ante la vida y haber pasado por un proceso de conocimiento interno.
Es común que hayamos vivido la experiencia sin saberlo, porque la afinidad suele ser tan sutil que nuestro ego puede no reconocer la presencia de esa otra parte de nuestro ser.
Dos almas gemelas, se atraen físicamente, sexualmente, se aman, se entienden solo mirarse a los ojos e intuyen perfectamente, que es lo que la otra persona está pensando, sintiendo o necesitando. Sus almas se hablan, se entienden y vibran igual. Incluso existe telepatía entre ellos. ¡Claro que existen!
Las almas gemelas tienen los mismos intereses, su atracción no es sólo física o sexual y la ternura ocupa sus instantes y sus miradas. Ese amor trasciende la edad, la materia, la raza, el credo, las distancias.
Al verse, sienten una infinita necesidad de abrazarse y besarse y expandir las energías de sus corazones. Se complementan en todos los sentidos… ¡casi piensan lo mismo! Se aceptan, se respetan, hacen planes para el futuro, se quieren como son, si se pelean parecen marchitarse y buscarán rápidamente aclarar sus malentendidos, con humildad y generosidad el uno por el otro. Y su amor crecerá cada día más y más.
Si estás esperando el amor verdadero debes activar ese reencuentro, manteniendo la fe en su llegada, tomando cada experiencia como un paso adelante, meditando sobre el encuentro, llamándolo y bendiciendo a ese ser que aún no conoces pero esperas, él también estará esperando por ti. 
Si aún no has encontrado tu alma gemela, no te deprimas, aún no es hora, aguarda con fe. Y esperar con fe, es tener la absoluta certeza de que sucederá y que esta vez será para siempre… ¡será un amor eterno!
Niveles de unión de las almas
Cada ser humano experimenta este maravilloso hecho en diferentes planos de energía: 
-Nivel espiritual:
Este plano se alcanza cuando las almas gemelas están internamente preparadas para unirse. Las dos partes sienten una gran plenitud y, si la unión es espiritual, es posible que nunca más vuelvan a separarse.
-Nivel intelectual:
Las almas compatibilizan en el nivel del pensamiento, tienen puntos en comunes y proyectos que pueden compartir.
-Nivel emocional:
Desde el primer encuentro existe una intensa afinidad y la sensación de conocerse desde hace tiempo. En este estadio, las almas gemelas se enamoran con mayor facilidad. Comparten una gran entrega y equilibrio.
-Nivel físico o erótico: La pareja de almas gemelas se entrega físicamente con una pasión sin límites: durante el acto sexual, los abrazos y los besos son intensos e interminables porque en el contacto físico con su par sentirán que finalmente han encontrado el hogar verdadero.
Como llamar al alma gemela
La manera más sencilla de llamarla es por medio del corazón durante la noche, que es cuando las energías están más tranquilas.
En ese momento debemos tratar de relajarnos, con ropa que sea cómoda y ponernos en algún lugar de la casa donde nos sintamos mejor.
Podemos sentarnos o acostarnos y empezar a hablar con el universo con el ser superior al sintamos afinidad, al evocar esa energía vamos a atraer imágenes de cosas que nos relacionen con el ser que hayamos llamado.
Activa la energía magnética del amor por medio de la meditación. Activa el código sagrado numérico 571. Consigue lo imposible, a través de la fe, la alegría y la gratitud. Para que te sientas completo, tiene que producirse este encuentro sagrado, ya que, es parte de ti. Sólo así te sentirás en la totalidad. Las almas gemelas se reconocen porque hay una afinidad increíble entre ellas, incluso en las cosas que no les gustan de sí mismas.
Para poder reencontrarnos, primero tenemos que recordar. El recordar no es más que una introspección, un viaje al interior de nosotros mismos; porque ya sabemos que todo cuanto poseemos, manifestamos y todo cuanto creamos tiene su origen en nuestro ser interno.
«Cuando entendemos la importancia de nuestra alma gemela, nos damos cuenta de que al buscarla y hallarla estamos realizando la obra más grande de nuestra vida, ya que estamos conquistándonos a nosotros mismos».
Por eso, manos a la obra! y a buscar cuanto antes a esa otra mitad, que tiene consigo la felicidad, la sin cronicidad y la totalidad. Suerte en la búsqueda y si la encontráis amarrarla y no la soltéis nunca.
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