El Ocultismo es el conocimiento invisible, la dedicación al estudio de las ciencias ocultas a través del conjunto de conocimientos y prácticas con las que se pretende saber y dominar los secretos de la Naturaleza y desarrollar los poderes latentes del ser humano. También se relaciona con ciertas organizaciones u órdenes, sus enseñanzas y prácticas, y a las corrientes literarias y de filosofía espiritual, presentes e históricas, relacionadas con ese tema.
El término ocultismo hace referencia a un grupo de ciencias ocultas que tratan de responder a las cuestiones fundamentales que la ciencia no es capaz de explicar o prever, así como las facultades humanas latentes que no ha logrado potenciar. Sus disciplinas son muy variadas y de diferentes procedencias aunque la mayoría tiene sus raíces en la antigua tradición helénicas.
La historia del ocultismo se esconde en los tiempos de los tiempos. Para estudiar sus orígenes se puede leer a Cornelius Agrippa. Saltando hacia mediados del siglo XIX el ocultismo tuvo un período de gran apogeo en Francia de la mano del cabalista Eliphas Lévi, quien produjo una decena de obras esotéricas de importancia, entre las que se destaca Dogma y Ritual de Alta Magia.
El interés por el ocultismo o la práctica de ciencias ocultas ha existido desde hace muchos años, involucrando a grandes personalidades que han marcado épocas importantes dentro la historia en distintos grupos de la sociedad.
El primer nombre que mencionaremos es el de Isaac Newton, quien sin duda es uno de los científicos más grandes de la historia, escribiendo y demostrando las principales leyes físicas que explican la mayoría de los fenómenos que hacen parte de nuestra vida cotidiana hoy en día. Sin embargo, hay una parte de este gran genio británico que dista un poco del mundo de las ciencias exactas y se relaciona con prácticas misteriosas y hasta desconocidas. Me refiero a que aunque muchos no lo sepan, este gran personaje vivió completamente fascinado por temas inmersos en el ocultismo.