Alguna vez cuando os miráis en el espejo, os habéis preguntado ¿Quién soy yo, que hago aquí, de donde he venido y a dónde voy? , difícil de contestar al menos para muchos de nosotros, que pasaria si nos borraran la mente y nos implantaran recuerdos de otra persona …seriamos los mismos o seriamos la otra persona. ¿Nuestra alma seria la misma con los otros recuerdos?
Por eso, ante la pregunta ¿Quién soy yo más allá de mi mente? La respuesta es siempre la misma YO SOY.
Que somos al final ..somos la esencia de nuestros recuerdos. Desde que nacemos y a lo largo de nuestra vida vamos acumulando datos y hechos de nuestra existencia, quien son nuestros padres, a que colegio hemos ido, quien son nuestros amigos, donde vivimos que estudios hemos realizado, que episodios hemos experimentado…. Así sucesivamente, nuestra mente se va llenando de datos y más datos, vivencias y más vivencias, de aciertos de errores, nos formamos para ser una persona única y diferente a las demás, no hay más iguales a nosotros, nos podemos parecer a otros por los rasgos de la cara o del cuerpo por los andares u otras apariencias, pero nunca las vivencias son iguales ni los sentimientos ni la formas, en el universo somos únicos, ni los gemelos ni los mellizos evolucionan igual. A pesar de todo esto nos preguntamos ¿Entonces quién soy yo?
Cuando no se sabe quiénes somos, ni dónde estamos, ni sabemos el camino que queremos seguir en la vida, la ansiedad, el malestar y el miedo pueden tomar el control sobre nosotros. Esto es lo que se conoce como una crisis existencial, y puede ser mentalmente muy agotador, además de provocar trastornos psicológicos si no se resuelve la situación de manera correcta.
Saber “¿quién soy yo?”, puede no ser siempre fácil. Es una de esas preguntas existenciales que, si no sabemos responder, pueden llegar a convertirse en un obstáculo a la hora de ser felices. Saber quién es uno mismo y hacia dónde queremos ir es una de las bases para encontrar bienestar no ya en los grandes proyectos, sino en todos los detalles de la vida. En ocasiones, es necesario hacernos esta pregunta para poder seguir creciendo, pues es un indicador de si estamos en el camino correcto.
Los adolescentes suelen ir en busca de ese “¿quién soy yo?”, porque la adolescencia es una etapa de descubrimiento. Los adolescentes pasan por un periodo de autoconocimiento, y empiezan a hacer grupos de amigos, a relacionarse con el sexo opuesto o a pensar en sus opciones de futuro.
Erik Erikson. Este psicoanalista, experto en psicología del desarrollo, definió la identidad cómo ese pilar básico que todo adolescente debe clarificar para embarcarse en una madurez más segura y feliz.
Somos nuestra memoria, mejor dicho, nuestras memorias. Ellas, determinan nuestras decisiones e incluso definen nuestra identidad.
La memoria es indispensable, y de ella depende nuestro ser. Una persona sin memoria difícilmente podría llamarse persona. La pregunta fundamental en filosofía o mística es quien soy yo, no puede contestarse sin la memoria, sin memoria no hay yo.
Hasta los tres años de vida los humanos son incapaces de almacenar recuerdos a largo plazo. A los ocho o nueve años, el hipocampo ya ha comenzado a madurar, y los niños empiezan a poder narrar con coherencia las experiencias vividas. La memoria es una facultad psíquica crucial y definitiva para las personas, ya que la conciencia de sí mismas se basa en gran parte en su capacidad de recordar, habilidad que con el paso del tiempo se va incrementando conforme nos hacemos mayores, hasta llegar un momento (edad) que el proceso se hace reversible cuando se pierden neuronas, y entonces tenemos lagunas de memoria. ¿Quién somos si perdemos la memoria y no recordamos nada o más bien poco?.
El cerebro humano de un individuo adulto estándar contiene unos 100000 millones de neuronas y unos 100 billones de sinapsis. Si bien a ciencia cierta se desconoce la capacidad de almacenamiento del cerebro, puesto que no se dispone de métodos fiables para ello, se estima en 1 –10 terabytes, o un equivalente de 10 billones de páginas de enciclopedias.
Hay algunas cuestiones que nos podemos plantear, si una maquina futurista pudiera almacenar toda la memoria y nuestros recuerdos. Os habéis preguntado alguna vez si nos cambiaran la memoria por otra, todos los recuerdos, todas las vivencias, todo lo aprendido ….quien seriamos entonces. ¿nosotros o la otra persona? ¿o incluso en un futuro, a lo mejor no muy lejano, se pudiera almacenar toda nuestra memoria en un dispositivo electrónico, porque nuestro cuerpo físico este enfermo y se muere, si más tarde al cabo de los años, esa memoria almacenada se implantara en otro cuerpo o quizás en una maquina… seriamos nosotros mismos o quien seriamos entonces? Es ciencia ficción ..o quizás no?... y nuestra alma donde estaría en este contexto?.
Hay una verdad innegable y es que el hombre se compone de dos partes elementales: lo físico y lo espiritual. Sin importar la religión de la que seamos devotos, asumimos que la conciencia o alma —como más nos guste decirle— verdaderamente existe.
Saber “quién soy” puede no ser siempre fácil. Y para algunos individuos se convierte en una pregunta complicada, pues les da miedo afrontar la realidad. Cuando no sabes quién eres, ni dónde estás, ni sabes el camino que quieres seguir en la vida, la ansiedad, el malestar y el miedo pueden tomar el control sobre ti. Esto es lo que se conoce como una crisis existencial, y puede ser mentalmente muy agotador, además de provocar trastornos psicológicos si no se resuelve la situación de manera correcta.
Partiendo de la base de que somos mucho más que un cuerpo físico es que se habla de los registros akáshicos. Estos son la memoria del alma, es una parte que vive en nosotros que guarda todas las experiencias, sensaciones y sentimientos que atravesamos desde que nacemos hasta que morimos.
Para seguir avanzando en este complicado pero importante tema, volvamos a mirarnos en el espejo después de haber leído el artículo, seguimos preguntándonos lo mismo o tenemos otro concepto de nosotros mismo, cada uno puede reflexionar si realmente nuestra alma está fijada a nuestra memoria. ¿O de hecho, es una fracción de nuestro espíritu o somos un habitante transitorio de esta casa, llamada cuerpo? ¿O soy justamente una visión con la que me he acostumbrado a crecer? Y todo termina cuando la casa se derrumba.
¿Te encuentras ahora preparado para responder a la pregunta “quién soy yo”? Solo somos lo que queremos ser, y nuestra alma es la fusión con nuestra mente.
¿Algún día la ciencia responderá a esta pregunta … o quizás No?.
Accesos Directos a Paginas relacionadas con estos Temas:
https://psicologiaymente.com/psicologia/quien-soy-yo
https://lamenteesmaravillosa.com/quien-soy-yo/
https://www.elfactorhumanoburgos.com/que-pasaria-si-perdieras-la-memoria/
https://inteligenciaemocionalyproductividad.com/2017/05/06/quien-soy/