Las fantasías en estado de vigilia se llaman “ensoñaciones” y tienen la característica de ser, al igual que los sueños, imaginarias, es decir, escenas visuales derivadas de deseos inconcientes en donde las palabras están contenidas en imágenes y acciones diversas de acuerdo a una presentación espontánea o voluntaria.
El Ensueño según Carlos Castaneda es la actividad voluntaria y consciente de controlar los sueños para pasar a un estado de conciencia diferente donde es posible realizar auténticos viajes hacia otros planos de la conciencia, mundos y universos.
Los ensoñadores son aquellos que poseen la habilidad de fijar lo que los brujos llaman la «atención del ensueño». Ello alude al hecho de sostener un aspecto especial de la conciencia (la atención) en los elementos de los sueños normales. Para los chamanes, el ensueño es un estado particular de conciencia que permite el acceso a otros mundos, reales aunque ajenos a la mente racional del hombre moderno.
El hecho de ensoñar es una actividad voluntaria y consciente de controlar los sueños para pasar a un estado de conciencia diferente donde es posible realizar auténticos viajes hacia otros planos de la conciencia, mundos y universos.
Los videntes toltecas observaron que en la estructura energética del ser humano hay un punto de luz brillante al que denominan punto de encaje (parte posterior del omoplato izquierdo) y que cuando se sueña, éste punto cambia de posición y lo hace de forma natural.
Durante el ensoñamiento, el punto de encaje se desplaza y fija en otros lugares de la estructura energética o fuera de ella, arrastrando consigo el campo, deformándolo. El punto de encaje actúa como un sintonizador de emisora, según la posición y grado de fijación (acecho) se percibe una realidad específica y foránea, ya que el ser humano no habita en esos universos.
Si bien los sueños tienen un rol que la ciencia actualmente relacionado a la memoria y al lenguaje, su similar en estado de conciencia requiere de cierto aislamiento perceptivo porque utiliza el contenido activo de la memoria y de las asociaciones del medio donde el sujeto se desenvuelve. De esta manera, los productos imaginarios realizados en vigilia, responden a aquellos contenidos de otra manera, pero tienen que ver con el ejercicio de la memoria y el lenguaje.
Si una persona inventara un sueño haciendo un texto narrativo, cualquiera sea, tiene las conexiones imaginarias que lo asemejan a un sueño y por lo tanto, pueden interpretarse, ya que sus intereses están allí, excepto que es un producto de vigilia hecho adrede.
La actividad creadora es una especie de ensoñación y en muchos casos, como los sueños de científicos o de artistas, encuentran su resolución en los propios sueños de la noche, en las fantasías dirigidas a una meta o asociadas a situaciones dadas que responden a simbologías y analogías.
Soñar despierto, fantasear y hasta planear con lógica alguna cosa es positivo, revela la gran energía; los peligros se presentan cuando esas idealizaciones se constituyen en un método para afrontar los sucesos o como una autodefensa sobre los obstáculos.
Hay siete estadios en el ensueño. El primero es ser consciente de que nos estamos quedando dormidos. Cuando se logra esto, permaneceremos conscientes durante el estado del sueño. Una vez que empecemos a despertarnos en nuestros sueños, tomaremos más energía, seremos más fuertes al día siguiente.
Una manera para ser conscientes de que se están quedando dormidos es: antes de irse a dormir díganse: «soy un ensoñador». Es un asunto de declarar nuestro intento; no se preocupen de si son ensoñadores o no, la mente no conoce la diferencia.
Soñar despierto no es nada malo. Únicamente lo sería si no tenemos control sobre ello y lo utilizamos para huir de la realidad y, peor aún, en los momentos en los que ésta necesita toda nuestra atención.
Soñar despierto es necesario porque es parte de la motivación, porque es preciso tener expectativas de futuro, sueños que cumplir, visualizarlos es, además de bonito, un modo de experimentar el afrontamiento a distintas situaciones, que nos permite ensayar, imaginar y crear. Diversos estudios señalan que las personas más creativas fantasean con frecuencia, pero no olvidemos que para obtenerlos no podemos esperar a que ocurran, sin más.
Todos podemos disfrutar del poder de la imaginación, sabiendo qué es real y qué no lo es… aunque, quién sabe… Podemos convertirlo en realidad con el tiempo.
«El ensueño únicamente puede ser experimentado. Ensoñar no es tener sueños; tampoco es soñar despierto, ni desear, ni imaginarse nada. A través del ensueño conseguimos percibir otros mundos, los cuales podemos ciertamente describir, pero no alcanzamos a describir lo que nos hace percibirlos. Sin embargo, podemos sentir cómo el ensueño abre esos otros reinos. Ensoñar parece ser una sensación, un proceso en nuestros cuerpos, una conciencia de ser en nuestras mentes.» (Don Juan)
Desde mi experiencia puedo decir que ensoñar es, ese sitio mágico donde se funde lo real con lo irreal , lo vivido con lo soñado ,lo que fue ,lo que es , lo que puede ser y lo que pudiera haber sido ,ese hilo fino entre estar dormido y estas despierto ,donde los artistas, pintores, músicos, poetas e incluso ingenieros ensueñan para sacar de ese momento lo mejor de su imaginación y lograr hacer sus obras maestras.
Buena ensoñación para todos.
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http://es.wikihow.com/aprender-la-enso%C3%B1aci%C3%B3n-cham%C3%A1nica
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