¡Hola Familia!
Luego de un pequeño receso, continuamos con el trabajo del Código de la Semana. Y antes de continuar hacia la explicación de la energía del Código, es importante recordarles la forma en la que pueden realizar el trabajo semanal.
Pueden imprimir la imagen o colocarla como fondo de pantalla en la computadora o en el teléfono celular. Cada vez que la miren decreten la frase y observen el Código con la intención de integrarlo en ese momento.
También pueden imprimir la imagen y con ella programar el Agua que beben. Esto se hace colocando sobre la imagen del Código el vaso o jarra con Agua y esperando 20 minutos para que se cargue la energía en el Agua. Pueden hacer esto todos los días, durante la semana hasta que publiquemos uno nuevo.
Dicho lo anterior, veamos la energía del Código de esta semana.
En esta ocasión es turno del Código PACIENCIA, el cual forma parte del Sistema Turquesa y Zafiro. Su energía fue canalizada por la Tortuga Abuela y contiene la vibración del Rayo Azul Zafiro; este Rayo representa la energía del Orden Divino, el equilibrio y la Sabiduría interior. En este caso el Código PACIENCIA contiene también la energía del Rayo Azul Zafiro, por lo cual, al activar la energía del Código también estarán recibiendo la energía del Rayo Azul Zafiro.
Este es el mensaje del Código:
“Todo Ser es en esencia una semilla que contiene en su interior todo el potencial de la creación.
Como Semilla vienes a este mundo a germinar, crecer y brindar los frutos representados por tu Sabiduría interior. Todos somos como semillas y aquello que nos alimenta para crecer son las experiencias. A medida que te permites aprender de todo cuanto te rodea y te sucede, tu Sabiduría comienza a aflorar sin esfuerzo alguno. Tal como la Semilla de una planta comienza a florecer sin esfuerzo, al alimentarse de todos los elementos de su entorno.
Sin embargo, al contrario de la Semilla, el Ser Humano suele rechazar ese alimento, que está representado por las experiencias y por las personas que le rodean. Pues suele resistirse a aceptar a los demás tal cual son, o se resiste a aceptar las experiencias que le suceden. Al resistirse a aceptar lo que su entorno representa, el Ser Humano comienza a creer que todo está en su contra y se queja porque su entorno no logra cumplir con sus expectativas. Por lo mismo pierde la Paciencia y el sentido de la orientación, cegándose a aprender de los demás y de las experiencias, para convertirse en un manojo de críticas, decepción y amargura. De esa manera, la Semilla que el Ser Humano es, se comienza a marchitar. Pues pierde el enfoque de su energía, la cual dirige hacia su entorno mediante sus quejas, justamente para alimentar y engrandecer aquello que le disgusta. El Ser Humano se desespera y desea que las cosas sucedan como él quiere o desea que las personas cambien, para que sus expectativas puedan ser cubiertas. Y poco a poco deja de ver la belleza en lo que le rodea y comienza solamente a ver más cosas por las cuales quejarse y así su propia belleza y su Luz comienza a disiparse para darle paso a las sombras de su ego.
Por ello, es tan importante siempre recordar que todo cuanto sucede en tu vida tiene el propósito de ayudarte a aprender las lecciones que como Alma elegiste aprender. Y todo llega en el momento justo. Nunca antes y nunca después. Para que la Semilla de Luz y Belleza que el Ser Humano es pueda germinar, necesita recordar la PACIENCIA.
La Paciencia es el arte de saber comprender, esperar y al mismo tiempo, avanzar. Pues el tener Paciencia es vivir desde el entendimiento de que todo tiene un ritmo. Todo sucede cuando es el mejor momento para que suceda. Tal como los frutos caen cuando están maduros. Es saber aceptar lo que tienes y eres en este momento, proponiéndote el aprender de todo cuanto sucede y sacar el máximo provecho de todas las experiencias. Es saber madurar y esperar el momento para que la maduración nos premie con los mejores frutos.
Tener Paciencia es aceptar a los demás como son. Aceptar sus diferencias y saber reconocer que eso es lo que la otra persona tiene para enseñarte, pues es a través de las diferencias que aprendemos. Si todos fueran igual a ti, nunca recibirías nada nuevo.
Tener Paciencia es saber aceptar que aquí y ahora tienes todo lo que necesitas para aprender la lección de este momento de tu vida. Es tener la humildad para aceptar lo que el Universo te está entregando y fluir en tus procesos de vida, por muy dolorosos o aburridos que sean, desde el entendimiento de que, permanecerás ahí hasta que aprendas lo que tienes que aprender. Y cuando lo hagas, algo nuevo y maravilloso llegara a tu vida.
Tener Paciencia es tener Humildad para dejar ir tus expectativas, ya que estas son un reflejo de tu ego. Solo el ego necesita proyectar hacia las demás personas la exigencia del cumplimiento de una realidad que habita en su imaginación sobre como deberían comportarse los demás para consigo. Y al hacer esto, no estas amando a los demás tal cual son y tampoco permites que sean auténticos. Esa es una clase de Amor que se proyecta desde la carencia interior, en lugar de proyectarse desde el Corazón.
La Paciencia es un atributo Divino, que te expande hacia el entendimiento de la creación y sus ciclos perfectos. Es un alimento del Alma y es la fuerza para permanecer en plenitud en el momento presente.
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